Es común que al tomar alcohol las personas terminen desinhibiéndose, llegando a decir cosas que en otra ocasión mantendrían en secreto, o actuando de forma poco común, etc. Pues bien, aunque no todos lo saben, esa actitud que suelen mostrar las personas al beber alcohol es consecuencia de las reacciones que tienen lugar en el cerebro; por eso, en este post queremos explicarte por qué el alcohol es un buen inhibidor.
Las bebidas alcohólicas puede llegar a ser un gran inhibidor
De acuerdo con expertos, el alcohol se trata de un desinhibidor tanto psicológico como social; algo que se debe al hecho de que consiste en un tipo de sustancia que tiene la capacidad de promover la liberación de dopamina, es decir, del neurotransmisor de las emociones.
Esa es la razón por la cual su consumo hace que las personas se vuelvan más efusivas y puedan reír con más facilidad, y también que pierdan la conciencia del tiempo.
Asimismo, causa que las otras personas lleguen a resultar más atractivas a nivel físico y emocional.
Y según señalan los especialistas, al momento de consumir mayores cantidades de alcohol, se produce un mayor nivel de dopamina que termina por inhibir la corteza prefrontal, es decir, la zona más inteligente y donde se encuentra el razonamiento moral, al igual que la funcionalidad de las reglas sociales, e incluso, de proyección social.
De esta forma, las personas pasan de un proceso efusivo a otro de inhibición, donde acaban perdiendo el control de la visión, es decir, que los ojos dejan de ver de la misma forma que lo hacen habitualmente; de igual manera, los músculos encargados del habla comienzan a fallar haciendo que las palabras se enreden.
También cabe mencionar que el alcohol se conoce por ser un gran conductor del sueño, por lo que no es de sorprender que una persona alcoholizada acabe durmiendo en cualquier lugar.
Esto ocurre porque este tipo de bebidas logra reducir en gran medida el funcionamiento normal del sistema nervioso central; y además de inhibir la corteza prefrontal, disminuye igualmente la actividad neuronal.
¿En qué momento hay que detenerse?
Según los especialistas, hay un momento en el que las personas tendrían que detenerse y no continuar bebiendo, y consiste precisamente en la mitad de una copa, ya que de lo contrario comenzarán a inhibirse y dejarán de ser ellas mismas.
Como ya mencionamos, al comenzar con una mayor producción de dopamina la corteza prefrontal del cerebro se bloquea y en consecuencia, los individuos empiezan a hablar de cosas que no lo harían al estar conscientes.
Con esto se podría conseguir un efecto similar al generado por la “droga de la verdad”, ya que es precisamente en ese punto que las personas se vuelven más vulnerables como resultado de un efecto farmacológico.
¿Más alcohol?
Si las personas no se detienen, sino que continúan consumiendo incluso una mayor cantidad de alcohol, suele surgir también otro neurotransmisor conocido como “GABA” (ácido gamma-aminobutírico), el cual destaca por ser el inhibidor de mayor importancia en el cerebro, debido a que tiene la función de activar el sueño.
Es por eso que al beber mucho alcohol, las personas comienzan a sentirse más cansadas y a tener sueño, a la vez que hablan de cosas con mayor soltura.
Asimismo, al reducir la actividad del cerebro, el consumo de estas sustancias también genera un gran efecto ansiolítico, logrando disminuir por completo la ansiedad.
Consumir bebidas alcohólicas de forma responsable
Teniendo en cuenta todo lo anterior, no cabe duda entonces de que al consumir bebidas alcohólicas lo más recomendable es asegurarse de hacerlo de manera moderada y responsable.
Esto quiere decir que aunque se puede beber, es importante evitar intoxicarse o embriagarse, algo que puede evitarse al no beber más de 1 vaso diario en el caso de las mujeres, o 2 en el de los hombres.
En este sentido, cabe señalar que un vaso equivale a 45ml de licor fuerte (1.5 onzas), 150ml de vino (5 onzas) y 350ml de cerveza (12 onzas).
Asimismo, a continuación se indican diversas formas en las que es posible beber de forma moderada, las cuales pueden ser muy apropiadas para quienes no presentan ningún tipo de problemas asociados a la bebida, quienes sean mayores de edad, y para las mujeres que no se encuentren embarazadas:
- Jamás conviene tomar bebidas alcohólicas si después se debe conducir
- En caso de consumir alcohol, lo más recomendable suele ser designar a otro conductor que no beba, o asegurarse de contar con una vía alternativa para regresar a casa, por ejemplo, en autobús o taxi.
- Evitar tomar alcohol si se tiene el estómago vacío; es decir, antes de comenzar a consumir este tipo de bebidas, y también durante el tiempo que se haga, es importante asegurarse de tomar algunos alimentos.
- En caso de tomar algún tipo de medicamento, hay que asegurarse de consultar a un especialista antes de comenzar a beber alcohol, ya que la combinación de ambos podría tener efectos negativos.
En conclusión, contrario a lo que muchas personas suelen creer, el beber alcohol termina generando un estado de ánimo alejado al eufórico, ya que si bien al inicio su consumo puede llegar a desinhibir y/o causar un poco de euforia, lo cierto es que esta sustancia se trata de un potente depresor o inhibidor para el sistema nervioso central.